Soy de una generación que puede
decir bien alto y bien claro, que el Citroën Dyane 6 era para gente encantadora
y para el resto. Si no has conducido un Citroën Dyane
6, no habrás podido tener la sensación de conducir un coche económico, con un
consumo como el de un “mechero” y la seguridad que nunca volcarás. Al menos eso
decían. Conducir el Citroën Dyane 6, me proporcionó (acabo de descubrir mi
edad) las mismas sensaciones que conducir en aquella época un Mini Cooper,
Escarabajo, 850 coupé y tantos otros que hoy, todavía, podemos ver circular por
nuestras carreteras ocupando un espacio que se ganaron hace muchas décadas, sin
defraudarnos como… Recuerda que lo mejor no es CITROËN DYANE 6, lo mejor es poseer
uno. Que lo disfruten.
Pensado para “gente
encantadora”, como afirmaba su slogan publicitario para el mercado español, el
Citroën Dyane 6 se enfrentó a unas exigencias tan específicas como las de su
pariente, el mítico Citroën 2CV. El entonces presidente de la Marca, Pierre
Bercot quería responder a una competencia cada vez más fuerte con un modelo que
se introdujera en el mercado como una opción intermedia entre la sencillez
espartana y la fiabilidad del Citroën 2 CV y una gama media urbanita
representada por el Citroën Ami 6.
Con el Departamento
de Diseño desbordado por proyectos como el desarrollo de los futuros Ami 8 y GS
y la puesta al día del DS, Bercot encargó el Proyecto AY, que daría lugar al
Dyane 6, a Louis Bionier, un profesional experimentado. Desde 1929, estaba a la
cabeza del equipo de Estilo de la recientemente adquirida marca francesa
Panhard, donde creó modelos legendarios como el Dyna y prototipos rompedores
como el Panhard Dynavia, un estudio visionario sobre la aplicación de la
aerodinámica en vehículos pequeños. Conocido como “Dios Padre”, en la marca
francesa, el pliego de condiciones del Citroën Dyane 6, su último proyecto
profesional, puso límites férreos a su omnipotencia: el nuevo vehículo debía
estar basado en el chasis del Citroën 2CV y debía fabricarse en su misma línea
de montaje, lo que limitaba sus dimensiones, su equipamiento o sus
motorizaciones. De hecho, para optimizar costes, debía contar con elementos y
tecnologías ya existentes en el “Dos Caballos” y el Ami 6.
Con estos factores en
mente, Bionier presentó su propuesta poco después. Partiendo de la estética del
2 CV, su prototipo integraba los faros, rodeados de un marco cromado, en las
aletas delanteras de la carrocería, rematando estéticamente los guardabarros.
El parabrisas, más elevado que en su antecesor, adoptaba una posición más
elevada, para aumentar la visibilidad. Sin embargo, el maletero no convencía.
El jefe de Diseño de Citroën, Robert Opron, junto a Jacques Charreton, se
encargaron de perfeccionar este primer boceto y de redibujar la zaga con
espacio interior y un portón trasero que no convencía pero que el tiempo
convertiría en imprescindible. Finalmente, se dio
luz verde al proyecto y el Citroën Dyane 6 era presentado como una de las
grandes novedades del Doble Chevrón en el Salón del Automóvil de París de 1967.
Su silueta era similar a la del Citroën 2CV, aunque presentaba formas más
angulosas, de moda por aquellos años. Su capó era menos curvado y destacaba por
sus puertas grandes. Además de contar con
el portón vertical, el maletero puede considerarse como un antecesor de
aprovechamiento del espacio y la modularidad de los Citroën actuales tanto por
su amplitud como por su modularidad: desde el lanzamiento del Dyane 6 se
ofrecía la posibilidad de abatir los asientos traseros para aumentar todavía
más su capacidad de carga. El interior, diseñado
por Henri Dargent, retomaba los asientos tubulares y la tapicería de loneta del
Dos Caballos e introducía un salpicadero futurista de plástico en el que se
cuidaba especialmente la ergonomía: todas las funcionalidades, desde los indicadores
a la palanca de cambios o la radio se encontraban al alcance de la mano.
Comercialmente, el
Citroën Dyane 6 hizo valer sus virtudes como su bajo consumo, su mantenimiento
económico, sus excelentes frenos y su estabilidad y suspensión, hasta alcanzar
1.443.493 unidades producidas, entre 1968 y 1983, de las cuales 233.104 salieron
de las cadenas de montaje de Vigo. Contó, además, con una versión furgoneta, el
Citroën Acadiane o Dyane 6 400, que se fabricó hasta 1987 y rozó el cuarto de
millón de vehículos. Fue todo un éxito en
España y en Italia, donde sendas campañas publicitarias con lemas como “Para
gente encantadora” o “El auto en Jeans” sacaron el máximo partido a su faceta
más alegre y desenfadada. Ha dejado huella en la cultura popular de ambos países.
Muy presente en producciones cinematográficas en la década de los 70 y 80, como
las españolas “Gary Cooper que estás en los Cielos” o “Bajarse al Moro” e
innumerables cintas italianas, actualmente es un elemento clave para dar
autenticidad a películas y series ambientadas en esa época, como “La Isla
Mínima” o “Cuéntame”. De su robustez y longevidad dan testimonio largometrajes
con historias actuales, como “Nora”, “Carmina o Revienta” o “El Embarcadero”. Más información: Citroën www.citroën.es Fernando García
Santamaría Texto: Citroën TWITTER: @Fernipress https://uve12.blogspot.com
Todos sabemos que Bridgestone (Japón
1931) lleva más de 90 años dando vueltas y, continuará así “esperemos” durante
muchos más. Un año más, la marca del Sol
naciente nos recuerda que, la correcta presión de los neumáticos de nuestro
auto, nos puede incluso, salvar la vida. Un adecuado mantenimiento y una
correcta presión, nos ayudará a tener un consumo de combustible más ajustado y
una mayor vida útil de nuestros neumáticos. Pero no se preocupen porque,
Bridgestone seguirá lanzando nuevos productos y, cada vez, más seguro. Recuerda que lo mejor no es Bridgestone, lo mejor es poseer uno. Que
lo disfruten.
El correcto
mantenimiento de un neumático es de vital importancia para evitar su desgaste
prematuro y proporcionar las condiciones óptimas y seguras de conducción • Con un neumático en
buen estado no habrá ningún problema por alta que sea la temperatura ambiente o
del asfalto • Bridgestone señala:
es muy importante mantener las presiones recomendadas para evitar riesgos como
la degradación prematura, reventones o pérdida de prestaciones que afectan
directamente a la seguridad • Destaca la gama de
neumáticos de verano de Bridgestone con tecnología ENLITEN por ser productos
con altas prestaciones de seguridad, más sostenibles y eficientes, y con
rendimientos superiores gracias a los compuestos desarrollados y la evolución
tecnológica de todos los componentes Con la llegada de la
época estival, Bridgestone, fabricante líder mundial en neumáticos premium y
soluciones de movilidad sostenible, recuerda la importancia de revisar los
neumáticos, con el objetivo de reforzar la seguridad vial, en estos meses en
los que se prevén 94 millones de desplazamientos en nuestro país, según la
Dirección General de Tráfico. Además, se están viviendo semanas de altas
temperaturas que rozan o superan los 40 grados en algunos puntos de la
geografía española, lo cual también afecta al desgaste de los neumáticos, el
único punto de contacto de los turismos con el asfalto, y uno de los elementos principales
de seguridad activa del vehículo. Calor
extremo en verano: cómo preparar los neumáticos En este sentido, cabe
remarcar que los neumáticos, cuyo valor óptimo de funcionamiento está en torno
a los 60 grados, si no disponen de un mantenimiento adecuado en cuanto a
presión de inflado y otros factores, pueden perder prestaciones y trabajar en
un rango de temperaturas inadecuado. Dado que en verano la temperatura exterior
es mayor y el asfalto está más caliente, esta falta de mantenimiento puede ser
más crítica ya que las condiciones de uso son más severas. En cuanto a las
presiones, es muy importante mantener las recomendadas por el fabricante del vehículo
(en frío). También se debe saber que la presión de inflado de los neumáticos
varía en función de la temperatura. Por tanto, un neumático en funcionamiento
irá aumentando su presión de forma proporcional al aumento de la temperatura de
trabajo. Un neumático con
presión por encima de la recomendada (en frío), sufrirá una degradación prematura
de su área central de rodado, aumentará el riesgo de rotura de carcasa por
impacto (reventón), y perderá prestaciones de agarre y capacidad de frenado. Por el contrario, en
un neumático con presión por debajo de la recomendada (en frío) sus elementos
flexarán más y se alcanzará una mayor temperatura de trabajo, sufriendo una degradación
prematura, fatiga de la carcasa, riesgo de reventón y un mayor consumo
energético.
También es importante
hacer una comprobación visual para buscar posibles anomalías, tales como
cortes, arranques de goma en la banda de rodadura, impactos o aparición de
bultos, ya que cuando aumenta la temperatura, y en condiciones de uso severas,
puede crecer el riesgo de deterioro o colapso. En caso de duda, se recomienda
llevar el vehículo a un taller habilitado para que los neumáticos sean
inspeccionados y comprobados por especialistas. “Recomendamos
comprobar las presiones cada tres meses, aunque lo ideal es hacerlo una vez al
mes, y pasarse por el taller cuando los neumáticos estén aproximadamente a
mitad de vida para comprobar su estado y hacer una rotación si fuera necesario.
El verano, y especialmente las olas de calor, también afectan al desgaste de
los neumáticos debido a que la transferencia de calor con el exterior se
minimiza. Es fundamental revisar minuciosamente su estado y, además, planificar
su elección según el destino al que vayamos a desplazarnos en verano. Desde Bridgestone
apostamos tanto por el adecuado mantenimiento de los existentes, como por la oferta
de neumáticos adaptados para esta época del año”, señalan desde el Equipo de Ingeniería
Técnica de Bridgestone. Más información: Bridgestone www.bridgestone.es Fernando García
Santamaría Texto: Bridgestone TWITTER: @Fernipress https://uve12.blogspot.com