viernes, 20 de febrero de 2015

DGT: Donde dije digo…

En esta semana, hemos podido escuchar varias versiones en diferentes medios de comunicación (comunicados de la Dirección General de Tráfico) sobre los famosos radares que la Guardia Civil tiene en nuestras abandonadas carreteras. Ni siquiera, se ponen de acuerdo en aceptar, que el 80% de los accidentes se producen en carreteras nacionales y de segundo orden. Porque ¿qué sentido tiene que la Guardia Civil se esconda para cazar a un infractor? No creen, que con la sola presencia de los mismos sería mucho más efectivo, pero eso sí, muchísimo menos recaudatorio.

Lo humanamente normal y, por lo tanto más razonable, sería colocar estos radares en carreteras nacionales, comarcales, etc. y, también, porque no, en autopistas y autovías pero, tiene algún sentido colocar radares móviles en rectas y curvas con el 100% de visibilidad en estas últimas. PUES NO.

Por mi profesión, tengo el privilegio de conducir todo tipo de automóviles por todo tipo de carreteras y, además, en diferentes países de diferentes continentes. Si tuviera que comparar el estado de nuestras carreteras con las de otros países NO desarrollados, me sería terriblemente complicado. Todo esto, nos lleva a una única conclusión queridos amigos de la DGT, el problema no es regañar al conductor con multas para el bien de las arcas de Estado, sino la poca o ninguna educación que existe y que se debería enseñar a los conductores a la hora de obtener un permiso que, solo te enseña a aprobar y no en todos los casos. Pero eso, sería otra reflexión.

En definitiva, los radares realizan perfectamente el cometido para el que fueron creados (recaudar) pero, serían mucho más efectivos si los operarios que los manejan, tuvieran más presencia y realizaran menos instantáneas. Todo esto, no tiene nada que ver que los agentes de la Guardia Civil que, todo lo contrario, creo que realizan una labor fantástica y que, si no fuera por ellos, en muchísimos casos otro gallo nos cantaría.


Y, aunque el tema daría para muchísimo más, voy a terminar, pidiendo a María Seguí Directora General de la Dirección General de Tráfico, que si no conoce tramos de nuestras carreteras en los que realmente SI se necesitaría colocar radares móviles, con mucho gusto se los podría enseñar.