martes, 22 de enero de 2019

Desde la electrolinera…

Está claro que el coche del futuro tiene que ser eléctrico, o por lo menos eso es lo que nos quieren vender, porque igualar la palabra eléctrico con ecológico, nos deja muchas dudas cuando se trata de un automóvil. Con esto no quiero decir que no sea la alternativa a un motor de combustión, puesto que sabemos que el coche “eco” no emite los gases de un motor de combustión pero ¿realmente no contamina un coche eléctrico?

España es un país que según los datos de la Dirección General de Tráfico, en el año 2016 contaba con un parque de vehículos de 32.106.520. Esto no quiere decir que todos sean automóviles, en estos datos también, están incluidos el resto de vehículos a motor, por ejemplo: Motocicletas, Autobuses, Camiones, Furgonetas, Tractores, etc. Pero la cifra que nos interesa no es la que nos ofrece la Dirección General de Tráfico, la cifra que realmente queremos saber es que en España hay (siempre basándonos en las cifras de la DGT) 4.879.480 Camiones y Furgonetas, 61.838 Autobuses, 22.876.830 Automóviles, 3.211. 474 Motocicletas (incluidas las motocicletas Diésel) y 207.889 Tractores. Esto nos da una cifra real de 31. 237.511 vehículos a motor terrestre que emiten gases nocivos para la salud, el resto hasta los 869.009 se reparten entre Remolques, Semirremolques y Otros Vehículos. Todos estos datos, lógicamente se ven aumentados en una proporción muy elevada porque, después de casi dos años del estudio las ventas siguen aumentando.

Pero nuestro objetivo es el coche eléctrico, los pros y los contras de un coche que nos quieren vender como ecológico, y que realmente no lo es tanto, porque la única gran ventaja que tiene el coche eléctrico sobre uno de combustión es el 0% de emisiones nocivas para la calidad del aire, el resto se sigue fabricando de la misma manera.

Son muchas las incógnitas que todavía rodean al coche eléctrico pero, una de las más importantes y la que más preocupa a los poco informados futuros usuarios del coche eléctrico es la recarga. Aunque a esta preocupación hay que sumarle muchas otras, que más adelante iremos señalando.

Como decía, la principal preocupación del futuro conductor de un automóvil eléctrico es la autonomía con la que podrá contar, donde podrá realizar una carga completa y sobretodo que sea una carga rápida de la batería de su coche. Pero, seguro que tenemos toda la información sobre el coche eléctrico.

Estas son algunas de las preguntas que deberíamos tener claras sobre los coches eléctricos antes de lanzarnos al mercado:
-     ¿Existe suficiente oferta para elegir un coche eléctrico?
-    ¿Comprar ahora o dentro de cinco años que abra más oferta y los precios serán más económicos que ahora?
-   ¿Las fábricas de automóviles eléctricos contaminarán?
-   ¿Cuánto me costará cargar la batería: casa, carga normal, carga rápida, electrolineras, hoteles, gasolineras, parking, etc.?
-    ¿Existe algún problema de abastecimiento en la red nocturna (supuestamente más barata) si nos conectamos 15 millones de coches a la vez?
-     ¿Cuál es la vida útil de la batería de mi coche?
-      ¿Qué garantía tiene?
-      Si la tengo que cambiar ¿Cuánto me costaría?
-      Si la tengo que cambiar ¿Qué hago con la vieja?
-       ¿Se pueden reparar las baterías?
-       ¿Qué compuestos tienen las baterías?
-       ¿De dónde salen sus componentes?
-       El inexistente ruido de un motor de combustión ¿será sustituido por algún tipo de sonido?
-       ¿Seguiremos pagando los mismos impuestos?
-       ¿Los seguros subirán o bajaran los precios?
-       ¿La ITV será igual o cambiaran los plazos y precios?
-       ¿Si el coche tiene más peso, los neumáticos serán más caros?

Bueno, esto es sólo un pequeño aperitivo de las dudas que podemos tener a la hora de comprar un coche eléctrico. Aunque siempre hay que dejar lo mejor para el final diremos, o mejor, no diremos las ayudas con las que el Gobierno nos intenta convencer para que compremos un coche eléctrico porque prefiero que el calificativo lo pongan ustedes.

OPINIÓN
Fernando García Santamaría
TWITTER: @Fernipress