jueves, 1 de agosto de 2019

FORD MUSTANG BULLITT


El último Pony Car V8 estadounidense en Europa

Dicen que para que te sientas cono Steve McQueen en la película “Bullitt”, tendrías que conducir un Ford Mustang GT de 1968, pero: ya le gustaría a Steve McQueen sentirse como yo me siento en un Ford Mustang Bullitt V8, 5.0. de 2018.

Por todos es sabido que el sector del automóvil en el mercado estadounidense, gozaba de buena salud antes, durante y después de la segunda guerra mundial. Esto era debido a que los estadounidenses, siempre fueron amantes de los automóviles de grandes dimensiones con grandes motores y, por supuesto de grandes consumos. Esto, en gran parte era debido (además, a las multimillonarias inyecciones de dinero por parte del Gobierno a los fabricantes) a que las distancias son realmente muy largas y, está claro que recorrer 3.000 kms. de una ciudad a otra, no sería lo mismo realizarlos en un buen, Lincoln Continental cupé de 1941 ó 1948, Lincoln Continental Mark II, Lincoln Continental 1978 (quinta generación), que en un BMW 600, Renault 4CV de 1946, Peugeot 203 de 1948, etc. Aunque llegaríamos igualmente.

Pero hoy hablaremos de un automóvil por el que no parece pasar el tiempo y, con el que sí llegaríamos a cualquier parte, seguros, cómodos y con un consumo mejorado, pero todavía continua siendo su talón de Aquiles, sobre todo, en la versión GT 5.0 Ti-VCT V8 331 kW (450 CV) manual o automática. Éste es el único defecto (un consumo un poco elevado) que le hemos encontrado a nuestro protagonista de hoy: Ford Mustang Bullitt 5.0 Ti-VCT V8 331 kW (460 CV) con una caja de cambios manual de seis velocidades.

El Ford Mustang en cualquiera de sus versiones desde su nacimiento en 1964 y el Chevrolet Corvette que vio la luz en 1953, siempre han sido dos superdeportivos que me gustaría (los sueños son gratis) tener en mi garaje. Son deportivos que están dotados con casi toda la tecnología del momento, pero eso, les hace ser todavía más robustos y atractivos. Esto, no significa que tengan carencias importantes, aunque siempre vienen bien las ayudas a la conducción y seguridad, por supuesto, pero perderían esa esencia de poder conducir un deportivo sintiendo toda esa potencia entregada casi al instante y, saber que te responderá ante cualquier exigencia a la que le tengas que someter en un momento dado.

Lógicamente, sentarse a los mandos de un Ford Mustang de 1964, no tiene nada que ver si nos sentamos en un Ford Mustang Bullitt de 2018. Pero, la sensación de saber que estás ante varias generaciones de uno de los deportivos por excelencia estadounidense, eso, no tiene precio. Sobre todo, si nos fijamos en la enorme diferencia que existe en todos los aspectos: diseño, seguridad, aerodinámica, mecánica, consumos, elegancia y sobre todo, exclusividad. Eso es lo que marca la diferencia de tener en tu garaje un coche o un Ford Mustang Bullitt, la exclusividad.

Exterior

Observando el exterior de este Ford Mustang Bullitt, comprobamos los cambios (siempre para bien) que ha venido realizando la marca a lo largo de todos estos años. Donde la aerodinámica, que ha jugado un papel fundamental para una mejor penetración frente al viento y, mejorando con ello las posibles vibraciones, ruidos, consumos, etc.

Con más de 4,5 metros de largo, casi 2 metros de ancho y una batalla de más de 2,5 metros, lo único que penaliza a este Ford Mustang Bullitt es su peso, que alcanza los 1.740 kg. y esto para su consumo, no es bueno.

En la parte delantera, concretamente en la parrilla, ha desaparecido el símbolo del Mustang dejando la parrilla completamente limpia. Sobre éste símbolo, hay mucho que hablar en cuanto a su nacimiento se refiere. Desde el famoso caza de la Segunda Guerra Mundial (P-51 Mustang) diseñado en Inglaterra, hasta los famosos caballos salvajes con raíces españolas. Existen varias leyendas sobre el motivo por el que le pusieron éste nombre a este Ford y, estas dos son (con diferencia) las más creyentes.

Para la parte trasera, Ford ha optado por colocar dentro de un círculo la palabra BULLITT para identificar el modelo, aunque viendo la zaga es imposible confundir este deportivo con cualquier otro. Cosas del marketing.

Continuando con nuestro paseo alrededor del Bullitt, vemos que los neumáticos (como no podía ser de otra forma) son espectaculares. Con unas dimensiones en el tren delantero de 255/40 R19 y, en la zaga 275/40 R19. Las llantas de cinco radios no se queda cortas y las medidas son: 9 x 19 delante y 9.5 x 19 detrás. Y como no podía ser de otra forma, para detener los 460 CV, los frenos son Brembo, una marca con más de cinco décadas a sus espaldas y una experiencia en frenos que, hasta la F1 utiliza sus servicios, situada en la ciudad de Bérgamo (Italia).

Además de su atractivo aspecto, si queremos escuchar un sonido celestial que sale de la parte trasera del Bullitt, sólo tenemos que estar atentos al rugir de sus cuatro salidas de escape que, sobre todo, al reducir de marcha suena como las trompetas de los ángeles…

En definitiva, la parte exterior del Bullitt, tiene un aspecto mucho más atractivo, deportivo (sin desmejorar sus antecesores) elegante, con un glamour muy especial y sobre todo mucho más pegadito al suelo, lo que le da una estabilidad brutal en los pasos por curva, algo de lo que carecían sus hermanos mayores. Y, recordar que solamente está disponible en dos colores: Shadow Black o el clásico Dark Highland Green. Ambos, espectacularmente atractivos.

A bordo

La vida a bordo de un Ford Mustang Bullitt, es como un sueño, pero en este caso es un sueño hecho realidad. Es un sueño, en el que te da igual despertar o no, porque sabes que estás sentado sobre uno asiento muy cómodo, que cumplen con lo que se le pide (siempre puedes optar por unos asientos deportivos bajo pedido). Los asientos traseros, son cómodos siempre y cuando no seamos muy altos porque, entonces, nos daremos cuenta que el Bullitt, es un 2+2 pero con plazas traseras muy limitadas. La instrumentalización, la correcta, la que tiene que ser para un coche como el Bullitt, un panel totalmente digital de 12 pulgadas LCD, donde podemos obtener de un rápido vistazo toda la información que necesitamos. Además, algo muy destacable en el interior, es la palanca de cambios que la preside una inconfundible y atractiva bola blanca y, donde están marcadas las seis relaciones. Igualmente, en el salpicadero en la zona del copiloto, luce una bonita placa numerada que sustituye al emblema del Mustang, detalles que sólo un deportivo de esta naturaleza puede exhibir. Pero, si nos fijamos en el volante, cómodo y ajustable en todas las direcciones y profundidad, presidido por la palabra Bullitt en el centro, comprobaremos que hay demasiados botones, si, necesarios, pero demasiados. Aunque no cuesta demasiado acostumbrase al manejo, la enorme cantidad de botones que existe en el volante podían reducirse a la mitad sin problemas.

Uno de los cambios más atractivos (en cuanto a detalles se refiere) del Bullitt, es la proyección del logotipo en el suelo al abrir las puertas. Es realmente espectacular ver reflejado el caballo en color blanco en el suelo. Sólo el Ford Mustang Bullitt, podía tener algo tan exclusivo como esta proyección. 

Otro de los placeres a bordo del Bullitt, es el sonido (con un interior totalmente aislado) que te envuelve con sus 12 altavoces y una potencia de 1000 vatios con los que cuenta el equipo de música Bang Olufsen, que te transportará a los escenarios de los mejores conciertos sin una mala nota.

Desde luego, éste Bullitt viene prácticamente Full Equip. Comenzando por los Airbag de todo tipo, hasta la Distribución Electrónica de Frenado (EBD), pasando por los retrovisores exteriores con proyección del logo Mustang en el suelo, alerta por cambio involuntario de carril, frenada de emergencia, dos puertos USB, iluminación ambiental (7 colores), asientos delanteros refrigerados/calefactados, modos de conducción seleccionables (Normal, Sport, Circuito, Nieve/Mojado y My Mode), asistente precolisión con detección de peatones, la lista es casi interminable. Toda esta relación, la podrás comprobar en la página de la marca: www.ford.es y ver, que conducir hoy por hoy un Ford Mustang Bullitt, es mucho más seguro y mucho más barato que hace 50 años.

Si de algo puede presumir este Ford Mustang Bullitt frente a sus competidores (además de lo anteriormente dicho) es el maletero. Algo que penaliza a la mayoría de los Cupés y que sin embargo el Bullitt, puede exhibir con orgullo sus más de 400 litros donde podemos acoplar maletas de gran tamaño para viajar hasta el infinito y más allá.

Para terminar, no hablaremos de precios ni tampoco de consumos porque eso, es como preguntarle la edad a una dama. Sólo diremos que un auto como el Ford Mustang Bullit, tiene un precio muy asequible para un auto con una muy buena calidad y unas prestaciones espectaculares.

FORD
www.ford.es
Fernando García Santamaría
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