Hablar de la
historia del automóvil no tendría sentido si dejamos fuera una marca como
Mercedes-Benz, la cual forma parte y muy importante de ese gran invento llamado
automóvil, donde la combinación de potencia, clase y glamour, generan un
matrimonio que la hacen única, sobretodo, a éste modelo Mercedes-Benz GLE 300 d 4 MATIC del que con poco más de un año de
vida, se mantiene en lo más alto del escalón de los SUV y más valorado en su
segmento.
Llegar
a este punto donde se encuentra la marca de Stuttgart, no ha sido un camino
fácil y, menos cuando la competencia es tan agresiva por parte de todas la
marcas, lógicamente cada cual busca dentro del nicho la mejor posición para
poder mantenerse a flote. Porque hablando de competencia directa, marcas a
nivel europeo como Audi, Volvo, BMW, Jaguar y Porsche, son algunas de sus
principales rivales en cualquiera de los segmentos dentro del mundo del
automóvil. Luego, está el resto del Mundo en el que marcas como Cadillac,
Lexus, Infiniti, Acura, Lincoln, etc. también, luchan por esas posiciones de
privilegio que sólo están al alcance de unos pocos.
Desde
que el sector del automóvil descubrió un nuevo nicho de mercado llamado
“todocamino”, lo que hoy conocemos como SUV (Sport Utility Vehicle) en
definitiva automóviles para el campo, no queda una marca en el mercado que no
tenga presencia en el segmento con uno o varios modelos para ofrecer
alternativas a sus clientes.
La
talla XXXXXL, que sin duda existe,
sería comparable con el tamaño de nuestro Mercedes-Benz
GLE 300 d 4 MATIC, un todocamino que viene prácticamente Full Equip y, con
el que nos moveremos como pluma al viento arrastrando un peso de más de 2.100
kilos.
Nada
mejor que comenzar el año a los mandos de una máquina alemana, que para el poco
tiempo que lleva en el mercado, ya cuenta con una aceptación increíble dentro
del segmento para la que fue creada. Kilómetros y kilómetros por caminos donde
incluso caminar nos costaría trabajo y, asfalto con todo tipo de impedimentos meteorológicos
para cualquier automóvil (agua, hielo, nieve, etc.) para el Mercedes-Benz GLE 300 d 4 MATIC no es
obstáculo. Incluso en contadas ocasiones tenemos que utilizar el control de
descenso, el propio “freno motor” nos ayuda para unos descensos complicados.
Al
acercarnos al auto, escuchamos (apertura de puertas) como podemos acceder al vehículo
sin necesidad de sacar la llave del bolsillo, algo muy cómodo sobre todo cuando
la climatología nos ataca. Antes de sentarnos, damos una vuelta alrededor (que
por sus medidas nos lleva su tiempo) del todoterreno y, comprobamos que la
imagen que nos ofrece, es una imagen de poder y seguridad por los cuatro
costados. Además, cuando pasamos por la parte delantera, al ver la estrella de
la marca, hay, ya quedamos totalmente satisfechos por la compra realizada. Las
líneas y perfiles exteriores, son muy aerodinámicos y muy elegantes para ser un
SUV, cosa que alguna marca olvida, centrándose solamente en la potencia del
coche.
Ópticas
delanteras y traseras muy atractivas, las cámaras exteriores realizan
perfectamente su trabajo siendo tremendamente discretas, retrovisores
totalmente integrados con el diseño del auto y, detalles de elegancia y glamour
como es la proyección de la estrella de Mercedes-Benz
en el suelo cuando abrimos las puertas delanteras con luz de cortesía.
Recordar
que bajo el capó, podemos encontrar un motor de combustión (Gasóleo) con cuatro
cilindros en línea y, una transmisión automática con levas en el volante de
nueves velocidades que desarrolla 245 CV a 4.200 rpm. Llegando a un consumo de
los más bajos en su segmento de 7,58/100 km. Con un tamaño de casi cinco metros
de longitud, un maletero de 150 litros con las tres filas de asientos
operativas y, más de 600 con la tercera fila oculta, el calzado para este
Mercedes-Benz GLE 300 d 4 MATIC son unas llantas de 20” y unos neumáticos
delanteros/traseros de 275/50 R20
On board
Lo
más destacado (que no por ello es novedad) sobre todo en un SUV de esta
categoría, es la proyección en el parabrisas. La ventaja es clara, permitiendo
visualizar a la altura de nuestros ojos, toda la información sin necesidad de
apartar la vista de la carretera. Además, este Mercedes-Benz GLE 300 d 4 MATIC, necesita muy pocos extras, puesto
que viene prácticamente “Full”, no le falta detalle. La suavidad con la que se
conduce es impresionante, la seguridad que te genera es todavía mayor, sabemos
que llevamos un todoterrerno de más de 2.100 kilos y casi cinco metros de
longitud, con un motor diésel que se estira una barbaridad, además, somos
conscientes de la potencia que nos genera, más de 240 CV, suficiente para mover
esta montaña tecnológica, porque si Mercedes-Benz vende lujo, glamour,
seguridad, etc. ahora, también, vende tecnología punta en todos sus modelos.
A
bordo, contamos con tres filas de asientos para siete plazas, aunque normalmente
llevamos la tercera fila oculta (podemos acceder a ella de forma manual) bajo
el maletero donde podemos contar con un espacio muy amplio para nuestro
equipaje. Recordar, que los asientos son muy cómodos, calefactados y
refrijerados, el control autónomo del climatizador individual de los pasajeros
de la segunda y tercera fila le hacen mantener un ambiente muy agradable.
Además, para estar más cómodos, contamos con un sinfín de opciones (muy
sencillas de manejar y memorizar) para poder ajustar los asientos a nuestro
cuerpo y tener una travesía de lo más agradable.
El
volante, de tacto muy agradable, está rodeado por varios botones donde la
información está a plena vista del conducto y, sobre todo, muy sencilla y
cómoda de identificar. Desde ajustar el volumen de la radio, ir al menú
principal, hasta descolgar o colgar una llamada de teléfono con su
extraordinaria función de manos libres.
Resumiendo,
Mercedes-Benz sigue siendo fiel a sus principios para el desarrollo de sus
automóviles y, por eso mismo, es y seguirá siendo una marca que hay que tener
muy en cuenta a la hora de decidirnos por la compra de un automóvil de una
marca que, además, es centenaria. Por algo será.
QUE
LO DISFRUTEN…
MERCEDES-BENZ
www.mercedes-benz.es
Fernando García
Santamaría
TWITTER: @Fernipress