JAEGER-LECOULTR

 
REVERSO TRIBUTE SMALL SECONDS

Hace 90 años, Jaeger-LeCoultre creó el reloj Reverso, una solución llena de ingenio para los jugadores de polo que deseaban proteger el cristal de sus relojes en sus partidos. Con su caja giratoria y sus inconfundibles líneas art déco, se convirtió en un clásico del diseño del siglo XX.
 
El reloj Reverso no ha dejado nunca de reinventarse, siempre sin renunciar a su identidad. Así pues, ha alojado más de 50 calibres diferentes, al tiempo que su lado de metal en blanco se ha convertido en un lienzo en el que dar rienda suelta a la creatividad con esmaltados y grabados decorativos. Hoy, 90 años después del nacimiento del reloj Reverso, continúa encarnando el espíritu de la modernidad que inspiró su creación.
 
HISTORIA DE ESTILO Y DISEÑO
Cuando se creó el reloj Reverso en 1931, la Manufactura reconoció de inmediato el inmenso atractivo de su diseño más allá del terreno de juego para el que se había concebido en un principio y, ya en ese mismo año, comenzó a ofrecer versiones de colores de la esfera plateada original. Estas esferas lacadas en marrón chocolate, negro, rojo, burdeos o azul ofrecían un contraste elegante y opulento con la caja metálica, y dotaban al reloj Reverso de una imagen más moderna y distintiva si cabe.
 
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Fernando García Santamaría
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