Un
automóvil jubilado pero, cobrando pensión…
Parece
que fue ayer cuando, toda la familia viajábamos en un coche último modelo, un
coche que nadie imaginaba que con el paso de los años se convertiría en un
icono de la sociedad española que, todavía, muchos echamos de menos. Hablamos
del SEAT 600, cariñosamente apodado como El
Pelotilla.
Desde
que a finales de los años 50 la marca SEAT se propuso lanzar al mercado un
automóvil para la clase media de nuestro país, han sido cientos los españoles
que han seguido manteniendo aquella joya que cambió la vida a muchas familias y
que hoy, añoran aquellos tiempos.
El
SEAT 600, supuso una sensación de libertad para muchas familias que hasta ese
momento no tuvieron la ocasión de poder disfrutar de un medio de locomoción
propio que les hiciera independientes y, sobre todo, mostrar un estatus social
que hasta ese momento era demasiado complicado expresar.
Fueron
muchas las versiones que la fábrica de la Zona Franca de Barcelona lanzó al
mercado aunque, la más popular de todas fue: el SEAT 600 D y E. Posteriormente,
fueron lanzándose al mercado las versiones L, descapotable, etc. pero siempre
manteniendo la carrocería de dos puertas. Sobre todo al principio, cuando el
sistema de las puertas del SEAT 600 se abrían hacia adelante.
Con
un motor de gasolina, cuatro cilindros en línea, tracción trasera y 630 centímetros
cúbicos el SEAT 600 rendía una potencia de 21,5 CV a 4.600 rpm. Aunque,
solamente estaba homologado para cuatro plazas, en este auto viajaba toda la
familia. Incluida la suegra. Su consumo era de siete litros a los 100
kilómetros, alcanzando una velocidad de 100 km/h. Recuerdo que, los viajes eran
interminables “además del mal estado de las carreteras” pero muy divertidos.
A
lo largo de todo este tiempo, han sido muchos los eventos que han reclamado la
presencia del SEAT 600, ya sea para anuncios de televisión, asociaciones, series,
películas y un largo etc. dejando una huella inolvidable en cualquier situación
requerida.
El
único problema serio que dio el SEAT 600 y, los posteriores modelos (800, 850,
133) que lanzó al mercado la marca de Martorell, era el sobrecalentamiento del
motor. Era un auténtico dolor de cabeza realizar un viaje de más de 100
kilómetros en verano y, verte obligado a tener que parar varias veces por la
temperatura del radiador.
Como
dato, diremos que el SEAT 600 comenzó a fabricarse en el año 1957, terminando su
producción en agosto de 1973 con cerca de 800.000 unidades, dando paso al SEAT
850 y al no menos famoso SEAT 127. La competencia más directa del 600 fue, el
Citroën 2CV y el Renault 4.
En
definitiva, por un módico precio de 65.000 pesetas de la época (390 €) las
familias españolas, comenzaron a ser partícipes de la historia automovilística de
este país. Incluida la suegra.
Más
información: www.seat.es